Las áreas naturales de la Lista del Patrimonio UNESCO

Los Geoparques son territorios con un importante patrimonio geológico y una estrategia de desarrollo sostenible que incluye la participación de la población local.
Una de las principales características de los geoparques es la presencia de sitios geológicos de excepcional importancia científica, rareza, estética o valor educativo.

El Parque  Minero Toscano -o Parque de las Colinas Metalíferas ocupa un área de más de 108.000 hectáreas en un vasto territorio entre Grosseto y Livorno.
Una visita al geoparque ofrece la oportunidad de ver fuentes termales, aspersión de gas y vapor, rocas provocadas por antiguos desprendimientos submarinos -pruebas de un antiguo océano- y fósiles del Cretásico de hace 150 millones de años.
Forman parte del parque 34 diferentes sitios mineros, 41 geositios, 19 mil hectáreas de áreas protegidas dedicadas a la biodiversidad y más de 130 lugares de interés histórico, arqueológico y paisajístico.
Para poder visitar el parque más fácilmente por todo el territorio, se han colocado puertas para acoger a los visitantes y les guían para descubrir el lugar.

El Parque de los Alpes Apuanos incluye todo el territorio del parque regional homónimo y se extiende entre Versilia, Garfagnana y Lunigiana.
La particularidad del parque son sus majestuosas cumbres, donde puedes admirar una increíble vista del mar, su escarpada morfología, sus profundos valles, sus espectaculares grutas y sus verdes lagos: los Alpes Apuanos llegan aquí a casi dos mil metros de altura y las rocas más características son los mármoles. Hay unos 200 tipos de minerales, 18 de los cuales se descubrieron en la zona.
El territorio del Geoparque comprende 20 territorios municipales e incluye el sistema de cuevas del Antro del Corchia y el Parque Geo-Arqueo Aventura en las grutas de Equi Terme, dos geositios turísticos con minas de mercurio, canteras subterráneas, museos, itinerarios espeleológicas, sitios paleontológicos y fuentes termales.
Hay 4 centros de visitantes para facilitar el acceso al parque.

Las Reservas de la Biosfera, por su parte, están constituidas por los ecosistemas terrestres, costeros y marinos que representan significativamente los territorios a los que pertenecen y conservan su biodiversidad, promoviendo su uso sostenible.

La Reserva de la Biosfera de las Islas de Toscana fue reconocida en 2003 y está formada por siete islas -Gorgona, Capraia, Elba, Pianosa, Montecristo, Giglio y Giannutri- que custodian preciosos tesoros de biodiversidad, un extraordinario patrimonio geológico y geominero, así como testimonios de importante valor histórico, arqueológico y cultural.
Las áreas de la Reserva de la Biosfera se encuentran dentro de las zonas terrestres y marinas bajo protección integral del Parque Nacional del Archipiélago Toscano, el parque marino más grande de Europa y parte integrante del Santuario Internacional de los Mamíferos Marinos "Pelagos".

Reconocida en 2004, la Reserva Bosques Costeros de Toscana está situada a lo largo de la costa entre Pisa, Viareggio y Livorno. 
La Reserva es rica en biodiversidad e incluye dunas, pinares y zonas agrícolas.
El Ente de referencia de la Reserva es el Parque de Migliarino, San Rossore y Massaciuccoli, un verdadero paraíso natural para explorar y descubrir.

El área de la Reserva del Apenino Toscano-Emiliano está situada en la cordillera del Apenino -en la parte septentrional- y se caracteriza por un rasgo único: ser un punto focal de la frontera climática euro-mediterránea.
Debido a ello y a que posee un importante patrimonio geológico, siempre se ha caracterizado por una multitud de hábitats.
El Parque Natural del Apenino Toscano-Emiliano forma parte de esta zona caracterizada por suaves montañas, ideal para relajarse y disfrutar de sus riquezas culturales, naturales y gastronómicas.

El Parque Nacional de los Bosques de Casentino, Monte Falterona y Campigna es una de las zonas forestales más incontaminadas de Europa, un verdadero oasis natural entre Toscana y Emilia Romaña. Aquí habitan corzos, gamos, jabalíes e incluso el lobo, que tras una larga ausencia ha vuelto a poblar este rincón del Apenino.
Los hermosos bosques esconden ermitas y monasterios, como La Verna y Camaldoli, elegidos en la antigüedad como lugares ideales para dedicarse a la espiritualidad y la meditación.
En 2017, los antiguos hayedos del Parque Nacional de los Bosques de Casentino se convirtieron en Patrimonio de la Humanidad de UNESCO.