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Itinerarios
Una breve pausa en el sur de la Maremma: diversión para familias

Las familias que buscan juegos y diversión en plena naturaleza incontaminada, se enamorarán de la Maremma del Sur

Las familias que buscan juegos y diversión en plena naturaleza incontaminada, se enamorarán de la Maremma del Sur. Parques de arte y anguilas, flamencos en vuelo y ferias de libros, no hay tiempo para el aburrimiento en esta zona situada en la frontera con la vecina región del Lacio.

1.
DÍA 1
Capalbio Cultural

Visitar Capalbio es siempre un placer, con sus murallas medievales, sus tranquilas calles empedradas y sus espléndidas vistas hasta la costa. Este pintoresco lugar se anima cada año, la última semana de julio y la primera semana de agosto, con Capalbio Libri, la Feria del libro que trae a los mejores autores italianos, mientras que de junio a septiembre, las bodegas de Capalbio y sus alrededores, instalan arte contemporáneo en sus viñedos y bodegas para Arte y Vino. Los niños se vuelven locos ante el Jardín del Tarot, ideado por la escultora francesa Niki Saint Phalle's, un parque salpicado de impactantes estatuas de espejos y mosaicos, situado en el sureste de Capalbio. Termina el día explorando el Lago de Burano al atardecer, un oasis protegido por el Fondo Mundial para la Naturaleza, detrás del mar, donde se pueden observar patos silvestres y garzas reales en su hábitat natural.

Visitar Capalbio es siempre un placer, con sus murallas medievales, sus tranquilas calles empedradas y sus espléndidas vistas hasta la costa. Este pintoresco lugar se anima cada año, la última semana de julio y la primera semana de agosto, con Capalbio Libri, la Feria del libro que trae a los mejores autores italianos, mientras que de junio a septiembre, las bodegas de Capalbio y sus alrededores, instalan arte contemporáneo en sus viñedos y bodegas para Arte y Vino. Los niños se vuelven locos ante el Jardín del Tarot, ideado por la escultora francesa Niki Saint Phalle's, un parque salpicado de impactantes estatuas de espejos y mosaicos, situado en el sureste de Capalbio. Termina el día explorando el Lago de Burano al atardecer, un oasis protegido por el Fondo Mundial para la Naturaleza, detrás del mar, donde se pueden observar patos silvestres y garzas reales en su hábitat natural.

2.
DÍA 2
Ferry a la Isla del Giglio

Toma el ferry desde Porto Santo Stefano para la Isla del Giglio, 1 hora de travesía por el azul del mar. Disfruta de un almuerzo a base de mariscos y pescado, en una de las bonitas trattorias con vistas al mar del puerto de Giglio, antes de tomar el autobús hacia las doradas playas de Campese, al otro lado de la isla. El viaje en autobús en sí, es una experiencia, con curvas enrevesadas, una parada en Castello, el centro administrativo, y vistas de las empinadas e inaccesibles terrazas de viñedos de la isla. Si te sientes con energía, bájate en la parada de Monticello y desciende, a través de los arbustos mediterráneos, hasta la playa de Arenella. Si te encuentras en Porto Santo Stefano el 15 de agosto, te espera una sorpresa, el Palio Marinaro, competición marinera que se celebra cada año entre los cuatro barrios de la ciudad.

Toma el ferry desde Porto Santo Stefano para la Isla del Giglio, 1 hora de travesía por el azul del mar. Disfruta de un almuerzo a base de mariscos y pescado, en una de las bonitas trattorias con vistas al mar del puerto de Giglio, antes de tomar el autobús hacia las doradas playas de Campese, al otro lado de la isla. El viaje en autobús en sí, es una experiencia, con curvas enrevesadas, una parada en Castello, el centro administrativo, y vistas de las empinadas e inaccesibles terrazas de viñedos de la isla. Si te sientes con energía, bájate en la parada de Monticello y desciende, a través de los arbustos mediterráneos, hasta la playa de Arenella. Si te encuentras en Porto Santo Stefano el 15 de agosto, te espera una sorpresa, el Palio Marinaro, competición marinera que se celebra cada año entre los cuatro barrios de la ciudad.

3.
DÍA 3
Flamencos y anguilas en Orbetello

El trayecto de 20 minutos en coche desde Porto Santo Stefano a la Reserva Natural de Orbetello sigue la línea de la costa hasta convertirse en una lengua de tierra, una larga playa rodeada de campings y restaurantes. Zona protegida por el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), donde los flamencos rosas entretendrán a niños y adultos con su vuelo. Si puedes digerirlo, el plato local es la anguila ahumada, antes marinada con guindilla, vinagre y sal, que se pesca durante todo el año en la laguna. Te encantará visitar el pueblo de Orbetello, con sus bonitas calles y sus murallas centenarias etruscas.

El trayecto de 20 minutos en coche desde Porto Santo Stefano a la Reserva Natural de Orbetello sigue la línea de la costa hasta convertirse en una lengua de tierra, una larga playa rodeada de campings y restaurantes. Zona protegida por el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), donde los flamencos rosas entretendrán a niños y adultos con su vuelo. Si puedes digerirlo, el plato local es la anguila ahumada, antes marinada con guindilla, vinagre y sal, que se pesca durante todo el año en la laguna. Te encantará visitar el pueblo de Orbetello, con sus bonitas calles y sus murallas centenarias etruscas.

4.
DÍA 4
Caminando por las Vie Cave

Una vez visto, nunca se olvida, Pitigliano es uno de los pueblos más llamativos de la Toscana, el cual aparece encaramado a la piedra de toba. Visita el acueducto y el antiguo barrio judío del siglo XVI y degusta las especialidades locales, como el sfratto dei goym, un pan de nueces y miel y las crepes migliaccio. Con alguna caloría de más, dedica 4 horas de caminata desde Pitigliano a Sovana a través de las misteriosas Vie Cave, una serie de pasillos excavados en la roca, de unos 20 o más metros de profundidad, cuya motivación original aún se desconoce. A tu llegada, Sovana te seduce con su tranquilo ambiente de pueblo medieval - no dejes de visitar la encantadora iglesia Santa María, con un tejado de piedra del siglo IX, y la catedral, adornada con esculturas románico-lombardas.

Una vez visto, nunca se olvida, Pitigliano es uno de los pueblos más llamativos de la Toscana, el cual aparece encaramado a la piedra de toba. Visita el acueducto y el antiguo barrio judío del siglo XVI y degusta las especialidades locales, como el sfratto dei goym, un pan de nueces y miel y las crepes migliaccio. Con alguna caloría de más, dedica 4 horas de caminata desde Pitigliano a Sovana a través de las misteriosas Vie Cave, una serie de pasillos excavados en la roca, de unos 20 o más metros de profundidad, cuya motivación original aún se desconoce. A tu llegada, Sovana te seduce con su tranquilo ambiente de pueblo medieval - no dejes de visitar la encantadora iglesia Santa María, con un tejado de piedra del siglo IX, y la catedral, adornada con esculturas románico-lombardas.

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