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Detalle del Templo de Minerva en Palaia
Photo © TOB
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Palaia

Centros rurales vivaces y encantadores pueblos abandonados donde se respira la antigua tradición toscana

Palaia es uno de los lugares con mucha más historia de toda Valdera, sus orígenes se remontan al siglo IV a.C., como demuestran los hallazgos que evidencian la presencia de los Etruscos en este territorio.
El castillo es del inicio de la Edad Media, atestiguado como Mons Magnifridum y recordado a partir del 986, como una fortificación que -dada su posición estratégica- fue repetidamente motivo de disputa entre Pisa, Florencia y Lucca.

Qué puedes ver en Palaia

Pero la edad de oro de Palaia habría llegado entre los siglos XIII y XIV, cuando se construyó la Parroquia San Martino  en el 1279, un edificio insólito de grandes dimensiones situado apenas afuera de las murallas del pueblo; y la Iglesia San Andrés, una iglesia románica que conserva en su interior obras preciosas, como el Crucifijo de madera atribuido a Andrea Pisano y la Virgen con el Niño de Francesco di Valdambrino.

También vale la pena visitar la Torre del Reloj, que se encuentra en el centro del pueblo. En la antigüedad era una puerta cívica, llamada Arco del Podestá con almenas gibelinas, en el 1655 se convirtió en la Torre Cívica de las Horas.
El Palacio del Municipio de Palaia representa uno de los edificios históricos del pueblo. Con sus tres pisos y el amplio frente lleno de detalles clásicos, ocupa una posición prominente en toda Piazza della República.

Pero la edad de oro de Palaia habría llegado entre los siglos XIII y XIV, cuando se construyó la Parroquia San Martino  en el 1279, un edificio insólito de grandes dimensiones situado apenas afuera de las murallas del pueblo; y la Iglesia San Andrés, una iglesia románica que conserva en su interior obras preciosas, como el Crucifijo de madera atribuido a Andrea Pisano y la Virgen con el Niño de Francesco di Valdambrino.

También vale la pena visitar la Torre del Reloj, que se encuentra en el centro del pueblo. En la antigüedad era una puerta cívica, llamada Arco del Podestá con almenas gibelinas, en el 1655 se convirtió en la Torre Cívica de las Horas.
El Palacio del Municipio de Palaia representa uno de los edificios históricos del pueblo. Con sus tres pisos y el amplio frente lleno de detalles clásicos, ocupa una posición prominente en toda Piazza della República.

En los alrededores

El pueblo de Palaia es un antiguo centro rural de las Tierras de Pisa, donde la memoria de las tradiciones sigue viva y reverbera en los alrededores, como en los pueblos de Montefoscoli y San Gervasio, donde se pueden visitar los dos museos dedicados a la cultura y civilización campesina. En su interior se exponen herramientas y utensilios de la época, y se pueden visitar los antiguos lugares de trabajo, como el tinajero, la almazara, las bodegas y todas las salas dedicadas a los antiguos oficios.

También se puede respirar el aire de tiempos pasados en la Villa Saletta, un raro ejemplo de un pueblo-granja construido entre los siglos XVI y XVIII.  Esta villa se ha hecho aún más famosa desde que, en su interior, se rodaron películas como La Noche de San Lorenzo, Buenos Días Babilonia, Floreal de los hermanos Taviani, y Yo y Napoleón de Paolo Virzì.
También vale la pena descubrir el pequeño pueblo deshabitado de  Toiano, enclavado entre colinas y escarpados barrancos de arena.

Palaia es también un buen punto de partida para hacer excursiones naturalísticas de gran belleza: recientemente se han restaurado algunos senderos del territorio, algunos también circulares, el que más se destaca es el Gran Recorrido Naturalístico, donde se puede pasear caminando, a caballo o en bicicleta.

A pocos kilómetros de Palaia, también está el pueblo de San Miniato, atraversado por la Vía Francígena y encaramado en una colina con vistas a todo el valle. 

El pueblo de Palaia es un antiguo centro rural de las Tierras de Pisa, donde la memoria de las tradiciones sigue viva y reverbera en los alrededores, como en los pueblos de Montefoscoli y San Gervasio, donde se pueden visitar los dos museos dedicados a la cultura y civilización campesina. En su interior se exponen herramientas y utensilios de la época, y se pueden visitar los antiguos lugares de trabajo, como el tinajero, la almazara, las bodegas y todas las salas dedicadas a los antiguos oficios.

También se puede respirar el aire de tiempos pasados en la Villa Saletta, un raro ejemplo de un pueblo-granja construido entre los siglos XVI y XVIII.  Esta villa se ha hecho aún más famosa desde que, en su interior, se rodaron películas como La Noche de San Lorenzo, Buenos Días Babilonia, Floreal de los hermanos Taviani, y Yo y Napoleón de Paolo Virzì.
También vale la pena descubrir el pequeño pueblo deshabitado de  Toiano, enclavado entre colinas y escarpados barrancos de arena.

Palaia es también un buen punto de partida para hacer excursiones naturalísticas de gran belleza: recientemente se han restaurado algunos senderos del territorio, algunos también circulares, el que más se destaca es el Gran Recorrido Naturalístico, donde se puede pasear caminando, a caballo o en bicicleta.

A pocos kilómetros de Palaia, también está el pueblo de San Miniato, atraversado por la Vía Francígena y encaramado en una colina con vistas a todo el valle. 

Eventos

Palaia ofrece muchas oportunidades a quienes deseen visitarlo, muchísimas alternativas para todos los gustos.
Se inicia con los espectáculos de teatro y música en verano, como los Festivales en el Teatro Popular Mauro Monni y la Lirica bajo las estrellas; para pasar a los clásicos eventos gastronómicos y vinícolas y a las ferias de los pueblos, como la Fiesta de la Civilización Campesina en Montefoscoli y el festival de las Noches de Verano.

Por último, hay que recordar la Muestra Mercado de la Trufa y los Hongos Porcino en Forcoli, que desde hace más de 30 años, cada mes de octubre, celebra el precioso tubérculo y todos los productos típicos del territorio.

Palaia ofrece muchas oportunidades a quienes deseen visitarlo, muchísimas alternativas para todos los gustos.
Se inicia con los espectáculos de teatro y música en verano, como los Festivales en el Teatro Popular Mauro Monni y la Lirica bajo las estrellas; para pasar a los clásicos eventos gastronómicos y vinícolas y a las ferias de los pueblos, como la Fiesta de la Civilización Campesina en Montefoscoli y el festival de las Noches de Verano.

Por último, hay que recordar la Muestra Mercado de la Trufa y los Hongos Porcino en Forcoli, que desde hace más de 30 años, cada mes de octubre, celebra el precioso tubérculo y todos los productos típicos del territorio.

Productos típicos

El clima, el terreno y la vegetación hacen que en esta parte de Toscana se encuentre uno de los frutos más preciados y misteriosos, presente en los mejores restaurantes y en las mesas de los conocedores de todo el mundo: Su Majestad la Trufa. En particular la Trufa Blanca Preciada que alcanza su período de maduración de septiembre a diciembre.

El clima, el terreno y la vegetación hacen que en esta parte de Toscana se encuentre uno de los frutos más preciados y misteriosos, presente en los mejores restaurantes y en las mesas de los conocedores de todo el mundo: Su Majestad la Trufa. En particular la Trufa Blanca Preciada que alcanza su período de maduración de septiembre a diciembre.

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Tierras de Pisa