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Basílica de Santa Trinidad
Photo © Merche Pérez
Photo © Merche Pérez

La Basílica de Santa Trinidad

church
Lugares de culto

Un tesoro de historia y arte sacro en el centro histórico de Florencia

En el centro histórico de Florencia puedes apreciar numerosos edificios, obras de arte y construcciones sagradas de gran valor histórico y artístico; cada rincón es una oportunidad para dejarse sorprender por su patrimonio, que encuentra una de sus expresiones más importantes en la Basílica de Santa Trinita.

Elevada al rango de basílica menor en el Siglo XIII, título honorífico conferido por el Papa a las iglesias de especial importancia, es uno de los primeros edificios religiosos de estilo gótico de Florencia; surge en la plaza homónima, y se intercala con la calle repleta de tiendas de importantes marcas, Vía Tornabuoni, en el corazón histórico de la ciudad.

La existencia de la iglesia está documentada ya en el Siglo XI, mientras que la construcción fue encargada por los monjes vallombrosianos y se construyó en estilo románico, sobrio y riguroso, como exigía la orden religiosa; algunos rastros de su primera construcción son todavía visibles en la contrafachada y en la cripta.

Las obras de ampliación y renovación gótica de la basílica comenzaron a mediados del Siglo XIII, presumiblemente por el arquitecto toscano Neri di Fioravante o, menos probablemente, por Nicola Pisano.

A lo largo de los siglos, la Basílica de Santa Trinidad se embelleció y enriqueció con obras de arte sacro como la Majestad de Cimabue, que actualmente se encuentra en los Uffizi, ha sido revestida de frescos y ha sido la mano de Buontalenti, polifacético artista y arquitecto florentino, quien renovó su fachada, presbiterio y convento. Sucesivamente, las renovaciones del Siglo XIX restablecieron el impacto gótico, pero las restauraciones realizadas después de la catastrófica inundación del 1966, que causó daños considerables a la basílica, han sido removidas.

Hoy es un edificio religioso de alto valor artístico, que guarda obras como los frescos de Domenico Ghirlandaio en la Capilla Sassetti y el cuadro Sermón de San Juan Bautista, del pintor florentino Francesco Curradi.